EL CICLO SE VUELVE A REPETIR
Haremos un poco de historia para llegar a la situación actual, y ver como se repite el ciclo, sin ver a la administración municipal dar pasos sólidos a fin de resolver.
Eran principios de 1985, cuando Transportes Colectivos, S.A. en adelante (TCSA), después de declarar quiebra técnica comienza un proceso de suspensión de pagos, acumulando deudas con la Seguridad Social, Instituciones, entidades bancarias, acreedores generados alrededor del propio negocio ( combustible, ruedas, repuestos, etc.), la mayoría accionistas de TCSA, incluso la plantilla, se personó como acreedor por las deudas pendientes que había, vacaciones atrasadas no disfrutadas, y algunos conceptos salariales, si bien es cierto las nominas mensuales eran puntualmente abonadas.
En aquellos momentos LAB pidió la municipalización del transporte, presentando diferentes estudios en el Ayuntamiento que apoyaban esa vía y mostraba los beneficios a medio y largo plazo.
Para nada tomó como referencia el Ayuntamiento en aquel momento, a TUVISA de Gasteiz ni a CTSS de Donostia, las empresas de transporte municipal de las otras dos capitales de la Comunidad Autónoma Vasca, que gestionaban el servicio desde una óptica municipal la primera y semi municipal la segunda.
Fijaron su mirada en Zaragoza, su Ayuntamiento había implantado un sistema de contrato programa, donde TUZSA la empresa de transporte urbano de esa ciudad, gestionada con capital privado al igual que TCSA, recibía dinero público a cambio de la prestación del servicio, sin ningún tipo de riesgo empresarial, daba lo mismo que el balance anual tuviera perdidas o beneficios, que recibía una cantidad fija como beneficio neto empresarial.
Esta fue la fórmula elegida por el Ayuntamiento de Bilbo para que TCSA saliera de aquella mala situación, inyectar con fondos públicos a TCSA, para así evitar la gestión municipal directa.
El 14 de abril de 1988, en sesión plenaria, el Ayuntamiento de Bilbao aprobó la actualización para la prestación del servicio público urbano de transporte suscrito entre el Ayuntamiento de Bilbo y TCSA. Este nuevo contrato, con vigencia hasta el 31 de julio de 2006, derogaba expresamente el Convenio de Ordenación de los Transportes Urbanos Colectivos de la Villa de 1948 y establecía un periodo transitorio de aplicación hasta el 31 de diciembre de 1990, ampliando hasta el 31 de diciembre de 1991 por acuerdo de Pleno de julio de 1991.
El 20 de mayo de 1992, el Pleno aprobó la modificación del contrato de prestación de servicio público suscrito el 28 de junio de 1988, formalizándose en escritura pública el 2 de julio de 1992.
Con efectos desde el 1 de enero de 1992, el denominado servicio Bilbobus extendía su duración hasta el 31 de julio de 2006. Una vez finalizado dicho plazo, la concesión podría renovarse automáticamente hasta el 31 de julio de 2010, si no existía denuncia expresa por alguna de las partes con anterioridad al 31 julio del año 2004. Este nuevo contrato derogaba expresamente el acuerdo plenario de 14 de abril de 1988 referente a la actualización del contrato del servicio público colectivo urbano.
Tras la realización de un informe diagnostico sobre la prestación del servicio Bilbobus y a la vista de las deficiencias que, en su funcionamiento se detectaron en el citado estudio, la Concejala Delegada del Area de Protección Civil y Circulación por resolución de 20 de junio de 2003, formuló la correspondiente denuncia del contrato para que finalizara en la fecha inicialmente prevista, el 31 de julio de 2006. El 7 de julio de 2004, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbo ratificó la citada resolución.
El 8 de febrero de 2006, la Junta de Gobierno revocó el acuerdo anterior y prorrogó la duración del contrato hasta el 30 de julio de 2008.
Como se ve a lo largo del tiempo, el Ayuntamiento ha ido haciendo dejación de sus obligaciones dejando en manos privadas un servicio esencial para el municipio, cambiando formulas para así evitar su obligacion y su compromiso.
Ahora se vuelve a repetir el ciclo, pero en una situación mucho más ventajosa para el Ayuntamiento de Bilbo, puesto que tanto la flota de autobuses como las instalaciones son municipales, en manos privadas que conozcamos solo están los portátiles personales que pudieran tener los actuales gestores.
Este es un momento importante para pedir el rescate de la concesión, y evitar que intereses privados quieran seguir haciendo negocio, a costa de la plantilla de Bilbobus y de los usuarios de este servicio, el Ayuntamiento ha tenido motivos más que suficientes para rescindir el contrato, sin pagar ningún tipo de compensación, bien por el incumplimiento de él como por la reiteración de sanciones habidas por deficiencias en el paso de la ITV.
LAB pide al Ayuntamiento de Bilbo la Republificación del servicio Bilbobus, mediante el rescate de la concesión, dejando al margen operaciones de subrogación de servicios, vía cesión de la concesión actual, y mediante operaciones especulativas, utilizar a la plantilla para poder ofertar un servicio sin la calidad necesaria para el municipio.
POR UN TRANSPORTE MUNICIPAL
RESCATE DE LA CONCESION
NO MAS OPERACIONES
ESPECULATIVAS
ESPECULATIVAS
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